Diez versiones tétricas y oscuras de Alicia en el país de las maravillas

El estreno de Alicia a través del espejo es la ocasión perfecta para repasar algunas de las adaptaciones de la obra de Lewis Carroll que, voluntaria o involuntariamente, elevaron el volumen del sustrato siniestro que ya tienen la mayoría de versiones de cine y animación, y tensaron las cuerdas de los elementos más oscuros, surrealistas y macabros de los libros originales. Chúpate estas Tim Burton.

 

Alicia en el país de las maravillas (1933)

 No he querido incluir las versiones mudas, bastante creepys de por sí, porque esta versión sonora toma lo más aterrador de ellas y lo eleva inconscientemente. El problema de intentar adaptar la alucinada obra original es que pocas veces se consigue hacer bien si no eres un surrealista. El camino hacia Disney fue duro y por mucho que metas a Cary Grant o Gary Cooper debajo de disfraces, si estos son marionetas sacadas de una puta pesadilla no hay nada que hacer. Esas miradas de grotesco muñeco sin vida que consiguen las máscaras de plástico son más terribles que cualquier versión deliberadamente oscura de la obra.

 

Alicia en el país de las maravillas (1949)

 Otro intento por llevar el cuento al mundo real, fue torpedeado por Disney para intentar eliminar la competencia de su versión animada. Esta coproducción Franco-Inglesa es otro recital de canciones inocentes mezcladas con marionetas horribles. Un mal viaje de hongos en el que el stop motion es bastante horroroso, con menciones especiales para el sombrerero con pinta de drogadicto cabreado, los arlequines o el bebé que se convierte en cerdo. Los fondos sacados del gabinete del doctor Caligari tampoco ayudan a convertir la merienda con tu sobrinín en una experiencia inocente.

 

Alicia en el país de las maravillas (1966)

 Una de las primeras versiones en acción real tras la revolucionaria visión de Disney es, en realidad, una producción televisiva de la prestigiosa BBC que explora el apartado sobre las consideraciones de clases en Inglaterra de la obra original. Su repuesta a la visión de Carroll es hacer una experiencia totalmente psicodélica, prácticamente experimental, en blanco y negro contrastado y llena de enigmáticos silencios que dan un tono duermevela a su espíritu surrealista. Una experiencia fantasmagórica y única que recoge demasiado bien el carácter onírico y macabro de la narración original.

 

Alice Through the Looking Glass (1973)

Otra rara versión para la televisión inglesa, en esta ocasión adapta con fidelidad la segunda novela de las aventuras de Alicia. Más que una película en sí, es una de esas obras de teatro para televisión rodadas con cromas y fondos pintados en los setenta. Esta cualidad de efectos de cámara cutres le da un ambiente irreal, retorcido, a veces escalofriante, una sensación indescriptible. Los que vieron el programa ‘El planeta imaginario’ (1983) alguna vez saben a lo que me refiero. Las marionetas son tan deformes que el Jabberwocky parece un extraño insecto extraterrestre. También es bastante tremenda la aparición del mismo en la versión de 1985.

 

Malice in Wonderland (1982)

 Fuera de las inocente versiones para niños que salen rana, hay cientos de ficciones y variaciones que, a veces, por sí solas son mejores que muchas adaptaciones al cine. Meterse en ellas no es mi objetivo pero debo rescatar este pequeño corto animado, un freudiano viaje de ácido que parece sacado de las secuencias animadas de ‘The Wall’ (1982). Su recital de coños metamorfos, monstruos transmutantes y nueva carne es indescriptible, hay que verlo para creerlo. Cuando lo acabes, querrás volverlo a poner en bucle, pero la cara de WTF no se te irá en todo el día.

https://www.youtube.com/watch?v=Pa7rmkfCcf0

 

Alicia en el país de las maravillas/ A través del espejo (1981-82)

 Dos cortos de animación rusos que adaptan ambas novelas con un estilo de animación completamente alejado del pulcro y colorido largometraje Disney. Los que estén acostumbrados a la extraña animación del este, encontrarán esta versión deliciosa y no muy distinta a otras películas y cuentos animados rusos, pero no deja de ser una visión bizarra de aquel estilo. Las caras parecen picasianas, los colores apagados y el tono monocorde de las voces resulta siniestro. Un recortable gótico en movimiento, está más acorde con el universo del buen Tim Burton que su desastrosa y floja versión.

 

Dreamchild (1985)

 El mismo año de una de las mejores versiones de Alicia en acción real (también con sus buenos momentos para dejar a los niños sin dormir), apareció esta visión biográfica de la Alice original, la musa de Lewis Carroll, y su relación con el escritor. Sin entrar en la ya de por sí “extraña” amistad con la niña, que el filme trata de forma delicada, el filme está plagado de visiones alucinatorias, viajes de Alice a un país de las maravillas con increíbles marionetas y animatronics de Jim Henson, que coinciden con la etapa más oscura y tétrica del artista. Pese a generar momentos divertidos, no dejan de ser apariciones horribles de la niña cuya razón de ser se nos hace entender como una proyección de otros sucesos, con significado bastante siniestro.

 

Alice (1988)

  Esta es, probablemente, la mejor y más enferma versión del cuento de Carroll nunca realizada. También es posible que la mejor película del animador checo Jan Svankmajer. Una version tan extraña y horrenda de las aventuras de Alicia que comienza con un conejo blanco disecado con ojos grotescos con unas tijeras y acaba con calaveras andantes, calcetines-oruga con dentaduras y muñecas ultra creepy. Una pesadilla grotesca con un corazón ingenuo, el hecho de que en realidad puede estar hecho para niños la convierte en una pieza visionaria, cuya imaginería visceral es tan bonita como perturbadora.

 

Alicia y el espejo mágico (1998)

Una nueva versión de la segunda novela, en esta ocasión, como en aquella, Alicia y es una adolescente, aquí interpretada por una crecidita Kate Beckinsale. No es necesariamente más oscura que otras versiones, pero sí una de las pocas fieles a la materia pesadillesca que realmente sugiere el texto. El presupuesto y producción es pobretón pero la ingenuidad de los decorados crean la textura de geometrías deformadas y extrañas que confieren un surrealismo gilliamnesco adecuado para adultos.  La descripción del banquete final es un carrusel de imaginería demente.

 

Alice (2009)

Otra Versión para televisión, una miniserie de tres horas que adapta el clásico de una forma moderna y alejada de las versiones más infantiles. Una visión más afín a otros subgéneros del fantástico, casi una experiencia de ciencia ficción futurista, con toques steampunk donde el país de las maravillas es un lugar gris y oscuro. En general es una aventura adulta, ligera pero llena de detalles extraños, como las apariciones de los personajes que conocemos, el grimoso Jabberwocky o con ese conejo blanco sacado de una película de David Lynch.