Las 10 mejores series de terror de 2016

Mejores series de terror 2016

Por si el cine no hubiera sido suficiente, tenemos una selección de lo que más nos ha gustado durante este año en la televisión. Nuestros gustos, casi siempre tiran hacia las series cortas, las que no utilizan más capítulo de la cuenta para contar lo mismo ni utilizan su popularidad para crear relleno sin enjundia. No incluímos favoritas como Ash vs Evil Dead por que no han estado a la altura de otras temporadas, pero merecen su mención. Al menos la mitad de estas series son imprescindibles para el aficionado más sediento. No las dejen escapar.

10- Outcast

La “otra” serie del creador de The Walking Dead. Basada en uno de sus cómics de terror, sobre las aventuras de un joven marginal atormentado por sus poderes y las consecuencias de estos en su vida y los que le rodean. Un tono de drama serio, oscuro y nada complaciente, en el que se extiende su trama de exorcismos y posesiones. Una versión deprimente de Supernatural, con ecos al Millenium de Chris Carter, con la que converge en su uso de las convenciones del American Gothic moderno. Una primera temporada sólida, pero con algún bajón de ritmo, que se endereza hacia su final con un cliffhanger que promete una segunda visita a su universo muy prometedora.

9- Salem (Temporada 3)

La tercera temporada de esta revisión de los mitos de Salem bajo una óptica de cine de terror sobrenatural puro. La tercera temporada mantiene el tono delirante de la serie, con su lasciva lucha de brujas, demonios, anticristos y puritanos en forma de telenovela blasfema, provocadora y queer-friendly. Una especie de Dark Shadows de época, con efectos especiales gore, grotescos  y reminiscentes al terror  italiano de los ochenta y noventa. En esta última visita al campo de batalla reina el caos, el petardeo y la perversión, que han dado paso a tramas más permeables al surrealismo, las visiones oníricas y la imaginería de terror clásico. Todo lo que quiere ser American Horror Story y no le sale.

8- The Strain (Temporada 3)

La adaptación de la trilogía de Guillermo del Toro y Chuck Hogan, pareció perder el rumbo en su segunda temporada. Efectivamente, cambios sobre la estructura del segundo acto sobre lo que ya estaba prefijado dieron al traste con la consolidación de su prometedora primera parte. Afortunadamente, la tercera temporada se ha ceñido a los momentos más oscuros y apocalípticos del segundo volumen y ofrece un espectáculo de terror gótico postmoderno, de ciencia ficción romeriana bien entendida en el que su tono de serie B no evita que las set pieces sean tan ambiciosas como la mejor película de género y la escala de la invasión vampírica vaya a más. El anuncio de que la cuarta temporada será la última promete más consistencia y un cierre digno para una de las mejores series de vampiros de la historia de la tv.

7-BrainDead

Si Mary Elizabeth Winstead nos ha conquistado con Calle Cloverfield 10 en el cine, en televisión nos ha dejado prendados para siempre gracias a su papel en esta comedia de ciencia ficción y terror de alto octanaje satírico. Una comedia política al estilo de House  of Cards por los creadores de The Good Wife y que no ha tenido demasiada repercusión. Una hilarante revisión de las sucesivas invasiónes de los ladrones de cuerpos, haciendo hincapié en los absurdos del funcionamiento de la política americana. Explosiones de cabeza, bichos que salen del cerebro y un sinfín de imaginería extraterrestre para un hilarante relato negrísimo sobre lo que tienen dentro de la mollera nuestros políticos. Los previously cantados, el Inquietante y a la vez surrealista uso de una canción de The Cars, y su fantástico final la convierten en una de las series de culto del año.

6- The Exorcist

Una de las sorpresas del año. Si bien las imágenes promocionales nos hacían pensar en una versión James Wan de los hechos de la primera película alargados durante diez episodios, el estreno de esta especie de continuación espiritual de la película de Friedkin ha demostrado no ser un mero refrito alejándose de sus modelos, creando una criatura totalmente nueva que tampoco busca ser la típica serie de pedigrí. Tiene factores de soap opera, giros constantes, tramas que van más allá de la posesión en una familia y un visión del horror como  entertaiment value que se aleja del drama duro para postularse como una precuela a una posible serie tipo Kolchak con curas cazademonios. Un giro al pulp que pasa de rendir pleitesía a su fuente o a quienes quieren que sea algo que no es y prefiere ser ella misma, entretener y divertir y utilizar toda la imaginería del (mal) cine de posesiones recientes para hacer un producto más que digno.

5- Crazyhead

Otra nueva ficción de cazadores de demonios, exorcismos y posesiones con herencia de Supernatural, con esas entidades de humo negro saliendo por la boca en cada rito. Esta es una miniserie británica de seis episodios, una suerte de Buffy la cazavampiros en versión comedia barriobajera, más o menos lo mismo que hizo su creador con el género de los superhéroes con la popular Misfits. La situaciones absurdas y la perspectiva social marca de la casa hacen que los personajes sean más tangibles, creíbles y divertidos y sus reacciones ante lo sobrenatural tengan más peso e importen más, sin embargo no renuncia a un baño de música, cultura pop y angst millenial que vaya más allá de lo referencial. Algo que muchas series y películas parecen haber olvidado.

4- Beyond the Walls (Au-delà des Murs)

Una tremenda miniserie de tres episodios que se convierte en una modesta minipelícula de terror gótico y aventura fantástica oscura. Como si Guillermo del Toro dirigiera una versión arty de House, una casa alucinante (House, 1987), este delirio francés bebe de los relatos clásicos de casas encantadas y fantasmas de tradición británica como M. R. James y las imaginativas series inglesas de terror infantil de los años 70 y 80 como Dentro del laberinto (Into the Labyrinth, 1980-82) con un giro de Lovecraftiano y scifi que la cierran de manera perfecta. Una maravilla de atmósfera y melancolía.

3- Wolfcreek

Una miniserie sobre el personaje de Michael Jarrat en una saga tan violenta como Wolfcreek no es la idea más apetecible para una ficción televisiva en una época en la que el torture porn ya huele a chotuno. Sin embargo, lejos de centrarse en las andanzas del singular personaje, plantea una trama de venganza al estilo de las explotation de los 70 que más nos gustan. Una de sus víctimas trata de encontrar al asesino de su familia a través del desolador desierto australiano. Una secuela en toda regla, superior a las películas en muchos aspectos y con un factor de aventura en el Outback kiwi que está rodado con más dedicación que nunca por Greg McLean. Imperiales tomas panorámicas del paisaje de sol y tierra en el que se esconde el horror, lo desconocido, los fantasmas de la leyenda y el mayor hombre del saco de ese continente. El redneck, el paleto, el superviviente de otras eras que solo es posible encontrar allí. El director sabe de lo que habla, y pese a ser una ficción, nos presenta tal y como ve un lugar en el que tales cosas pueden suceder. Un Western de terror moderno con todas las señas de identidad de la mejor Ozplotation.

2- Stranger Things

Todo un fenómeno de culto, aún está por ver cuánto tardará la cultura popular en olvidarse de ella. Lo cierto es que independientemente de su calidad, sus fans o de si sus niños protagonistas han aparecido hasta debajo de tu bidé, es la serie del año. Guste más o menos a sus detractores, o a quien se escuda en el (falso) mantra de que es un espectáculo de nostalgia vacío para no dejarse llevar por su mezcla de géneros, no puede negarse que la calidad cinematográfica de esa primera temporada se asemeja más a la de una película de 8 horas. Fuera de nostalgias, para los amantes del terror, como poco, es un regreso a los mejores momentos de una época en la que la atmósfera tenía otro color, en el que no todo era torture porn, posesiones, demonios y poltergeist. La herencia de The Blob (1988), Carpenter, Stephen King, y sobre todo, Lovecraft son más importantes que los momentos con guiños a E.T. Por lo pronto, solo por eso, nos parece de lo más importante que ha sucedido en el género en estos años. Cuídense del cuñadismo que quiere cuñadizar la serie y que su popularidad no le amargue la experiencia.

https://www.youtube.com/watch?v=udmlXQj4new

1-Channel Zero – Candle Cove.

La sorpresa que ha surgido de la nada. Unas modestas promos online, teasers con un niño hecho de dientes, y alguna noticia que asociaba el nombre de Max Landis nos ha llevó a descubrir esta rareza del canal Syfy. Sólo seis episodios. Seis horas de horror puro. Sin caramelos ni detalles de humor para pasar el trago de amargura y pavor que provoca esta traslación de las nuevas leyendas urbanas del siglo XXI a la pantalla. Referencias que van desde It (1986) de Stephen King, ¿Quién puede matar a un niño? (1976) a Silent Hill (2006) o El Otro (1972) de Robert Mulligan, haciendo paradas en Halloween III (1986) y Videodrome (1983). Una suerte de terror indie de bajo presupuesto, pura atmósfera y l promesa de convertirse en una nueva serie de terror antológica digna de sustituir a Tales from the Darkside o Tales from the Crypt como reina del terror televisivo.