10- La casa de la muerte.
El primer libro de la serie no apareció adaptado hasta bien entrada la segunda temporada. El texto se convirtió en un inquietante episodio doble en el que los dos hermanos protagonistas descubren que el pueblo al que acaban de mudarse está maldito. Los fantasmas de la novelita original son aquí medio vampiros, medio zombies, medio espectros cabreados, que murieron en un accidente en la fábrica de químicos en la que al parecer trabajaba toda la población. Un final a lo George Romero subía los límites de la tensión al límite para un sábado por la mañana.
9- La venganza de Halloween.
Titulado originalmente “El ataque de los Jack O’ Lanterns” (el nombre que se le da a las calabazas vacías y decoradas para la noche de Halloween), fue uno de los episodios con atmósfera más surrealista. Una broma de noche de difuntos que no sale como lo esperado lleva a unos niños a hacer truco o trato eternamente, en un vecindario alucinante e irreal, donde todo el mundo les da puñados infinitos de chucherías que unos horripilantes hombres calabaza les obligan a comer hasta reventar.
8- La sonrisa de la muerte
Un imberbe Ryan Gosling hacía sus pinitos con la cámara condenando a distintas desgracias a todos los amigos y seres queridos a los que sacaba en una instantánea. La máquina de fotos maldita, que se encontraba en una siniestra casa abandonada, mostraba en sus fotos el futuro macabro de los que aparecían en ellas. Una trama que en un mundo con palos selfie e instagram podría llevar al apocalipsis pero que en este episodio se limitaba a crear un ataque de ansiedad al pobre Ryan. Esta fue una de las historias que tendría secuela más adelante en la serie.
7-¡No bajes al sótano!
Cuando tu padre comienza a comportarse de forma extraña y a pasar mucho tiempo en el sótano de casa igual hay motivos para que pensar en sus extraños experimentos a puerta cerrada, los ataques de plantas con vida propia, los gusanos y lombrices en su cama y ese potaje infecto que te ofrece como desayuno no son muy normales. Como en todo el universo de Pesadillas, las cosas nunca son lo que parecen a primera vista. Clones, mutaciones y terror a quedarte solo con tu progenitor. Casi nada.
6- Terror en la biblioteca.
Los momentos en los que la protagonista se daba cuenta de que el bibliotecario era un monstruo comeinsectos daba miedo. Cuando se quedaba encerrada con él en la biblioteca y quería comérsela era peor. Pero cuando sus padres le invitaban a cenar para aclararlo todo y también resultaban ser monstruos todo eran risas. Hasta que decidían comérselo a él. La actuación exagerada de todo el clímax hacía que el tono fuera más grotesco y alucinógeno todavía.
5-Noche en la torre del terror
Uno de los episodios dobles mejor valorados por los que no eran demasiado afines a los terrores infantiles de Stine. Dos niños se quedan encerrados en una vieja torre de Londres con un verdugo sediento de sangre. Lo cierto es que el misterio del episodio engancha y mantiene el suspense durante toda su duración. También había sustos y peligros como en los demás, pero la atención a la atmósfera es superior a la media de la serie. Una muestras cristalina de la variedad de enfoques de género que era capaz de ofrecer en cada episodio.
4- La noche del muñeco viviente
Las minisagas más exitosas dentro de la propia serie fueron las de Sangre de monstruo y las aventuras de Slappy, un muñeco de ventrílocuo con vida propia y muy mala hostia. Como siempre, el mejor episodio era el primero, y también el que daba más miedo. Los muñecos poseídos siempre han dado mal rollo, pero éste además era un bastardo memorable. Uno de los episodios icónicos de la serie y de todo el universo de R. L. Stine, no por casualidad cobra un protagonismo especial como villano en la película.
3-El hombre lobo del pantano
Los hombres lobo eran una criatura bastante común en los libros de Pesadillas pero este episodio en dos partes era el más terrorífico de todos. La ambientación neblinosa del pantano es un marco ideal para la historia de un licántropo asesino (de mascotas) y el misterio estaba en saber qué personaje era el que se transformaba con la luna llena. Cuando se revelaba, muchos aprendimos un par de lecciones sobre la confianza y los lobos con piel de cordero. Todo el clímax era digno de una película de terror de adultos.
2-Los espantapájaros andan a medianoche
Hay pocas buenas películas sobre espantapájaros con vida, una de ellas era La oscura noche del espantapájaros (1981). Este episodio recogía lo mejor de aquel pequeño clásico evocando el terror inherente de un campo de maíz con sus muñecos crucificados. Además de usar la espeluznante estampa de los hombres de paja caminando entre el sembrado, era uno de los episodios con final más oscuro. A veces, muchos dejaban ese sabor de boca inconcluso, pero con este acababas con el culo torcido.
1-La máscara maldita
El primero y mejor de todos los episodios. La protagonista, una insegura preadolescente que necesita un disfraz terrorífico para la noche de Halloween, siente en su carnes la pérdida de control de sí misma gracias al poder maléfico de la máscara del título. Al grotesco aspecto de la careta se añadía el miedo de la niña a no ser aceptada por nadie, aunque nada comparado a esos espectros de otras máscaras persiguiéndola por el cementerio. Daba mucho más mal rollo que la de Jim Carrey.