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10 juegos asesinos en futuros distópicos

Los juegos del hambre estrena su tercera parte demostrando ser una de las franquicias más exitosas del cine fantástico. En su sociedad futura, el entretenimiento de masas se basa en adolescentes forzados a luchar a muerte, como en el circo romano. La víctima como espectáculo no es nueva en el cine y éstas son las distopías con los juegos más violentos y peligrosos.

10- El precio del peligro (1983)

 El juego: caza humana televisada

En 1958, Robert Sheckley publicó el pionero relato del mismo nombre que ha inspirado la gran mayoría de ficciones con deportes asesinos. Tras la primigenia La décima víctima, una variación de El malvado Zaroff, según otra historia corta de Sheckey, la caza de hombres a manos de otros hombres como entretenimiento de masas se convertía en sátira de una sociedad corrompida. Esta versión francesa también ha influenciado muchas de las películas de esta lista, especialmente la figura del presentador estrafalario y carismático, tan notable, por ejemplo, en Los Juegos del hambre.

 

9-Series 7 (2001)

 El juego: Gran hermano con pistolas

Cuando las broncas entre chonis y canis aburran y los realities de desnudos no sean suficiente, ¿qué será lo próximo? ¿Participantes en un concurso para ver quién mata a quién? Han cantado bingo. En Series 7 el ganador es el único superviviente y se queda otra edición más hasta poder ganar la libertad. Hemos visto saltar cien barreras desde que nos vendieron estos concursos como “experimentos sociológicos”. Esta pequeña comedia negra, rodada como un auténtico programa de televisión, ya presagiaba que la búsqueda de fama es salvaje y la audiencia muy turbia.

 

8-Rollerball ¿Un futuro próximo? (1975)

El juego: roller derby carnicero

El rollerball es un deporte que mezcla el rugby, hockey, motocross… por supuesto, para mantener la posesión, puedes machacar el cráneo al media punta del equipo contrario. El juego es el circo de un nuevo mundo, controlado por corporaciones energéticas globales que, aparte de rollerball, controlan transporte, lujo, vivienda, comunicación y alimentos. Un poco como Florentino Pérez. El protagonista, un ídolo de este juego demasiado famoso, es presionado por la corporación para jubilarse. Más o menos similar a De aquí a la eternidad, pero futurista. Ni acercarse al remake.

 

7-La tierra de los muertos vivientes (2005)

El juego: gladiadores vs zombies

Aunque la película no se centre en el juego, la organización de la sociedad postapocalíptica que propone también da pie a entretenimientos brutales. Mientras todos los neocon viven en un rascacielos blindado, la plebe malvive cegada con vicios y juegos. Hay dianas y photo calls con muertos vivientes, pero el espectáculo estrella es apostar al rojo y al negro, es decir, dos zombies pintados con esos colores que luchan entre sí en un circuito donde se ha soltado algún cebo apetecible: humanos. Este mismo pasatiempo aparecerá calcado en la serie The Walking Dead.

 

6- Gamer (2009)

El juego: Call of duty con personas de verdad

En el futuro, lo que lo peta es jugar a los Sims pero manejando a gente real por control mental. Cuando los gamers se hartan de hacer de todo con los pobres avatares humanos, hace falta una nueva variedad del juego con más sangre. Así, adolescentes como el Rubius juegan a dispararse usando telepáticamente a prisioneros reales en una especie de Doom con gore de verdad.  Montaje videoclipero, música machacona y violencia gratuita, al estilo de la cultura actual del videojuego, que Gamer no parece criticar precisamente.

 

5- Sangre de héroes (1989)

El juego: jugging, o rugby-lacrosse bárbaro

Una de esas series B con Rutger Hauer de los 80 que no era más que una variación de Mad Max. Esta, también australiana, con esa estética sucia y polvorienta que hace que la violencia como moneda corriente resulte plausible. Los equipos de juggers se enfrentan entre sí con cadenas y mazas, tratando de clavar una calavera de perro en una estaca al tiempo que tratan de impedir que el equipo rival lo consiga. Al final es como una película de deportes de toda la vida, pero con mucha sangre y huesos rotos.

 

4- La cabaña en el bosque (2012)

 El juego: reality con monstruos

(SPOILER) Una organización secreta desconocida se dedica a engañar y monitorizar a adolescentes para que sean masacrados por criaturas clásicas del cine de terror. En realidad, más que un juego, es una tradición mundial. Cada año, deben ser sacrificados en este ritual varios jovenzuelos de distintas partes del globo para mantener contentos a los dioses primigenios. Pero claro, todo es grabado y observado por los funcionarios de la corporación, que entre donuts y chascarrillos apuestan sobre quien muere antes o qué criatura le corta la cabeza a quién.

 

 3-La carrera de la muerte del año 2000 (1975)

 El juego: carreras atropellando peatones

Antes del videojuego Carmageddon, al infame Roger Corman ya se le había ocurrido: ¿Por qué no un futuro en el que el deporte nacional sean las carreras de coches? ¿Por qué no hacer que matar transeúntes puntúe? Además, si son ancianos o niños mejor.  Ante una idea tan sádica los productores decidieron darle un tono de sátira de acción ridícula, convirtiéndola en un episodio gore de los Autos locos. La diferencia es que en vez de Penélope Glamour tienes a Matilda la nazi o en vez de Piernodoyuna tienes un joven Silvester Stallone pre-Rambo.

 

2-Perseguido (1987)

El juego: ‘Gladiadores Americanos’ con mutilaciones

Esta adaptación de una novelita de Stephen King también está ambientada en un futuro cercano, tras el colapso de la economía mundial (¡ejem!) y con gobierno totalitario de turno prohibiendo libros y arte. Por supuesto, también tenemos un concurso televisado con criminales tratando de escapar de gladiadores sádicos. Alejándose mucho de la novela de King, Perseguido es más un remake de El precio del peligro. Pero claro, con happy ending, pues no contaban con que Governator en persona ya se había cargado a bárbaros, depredadores y ejércitos de dictadores sudamericanos él solito.

 

1-Battle Royale (2000)

El juego: yincana a muerte en el bachillerato

Los japoneses del futuro, en un alarde de decisión salomónica, deciden solucionar las rebeliones y violencia juvenil castigando cada año a una clase de instituto cualquiera a jugar al “sólo puede quedar uno” en una isla abandonada. ¿Las reglas? Te dan un arma al azar, una pistola o un juego de cartabones, y con eso tienes que matar a todos tus compañeros, incluido al capullo que te quitaba la merienda o a tu amor adolescente. La pieza central de los juegos del hambre es todo un calco, un poco más light, de esta.