Marvel contraataca con uno de los superhéroes más canijos de su universo. Ant-Man es uno de los personajes más curiosos de entre todas sus colecciones y su poder de cambiar de tamaño nos ha recordado a un puñado de gente que gracias a científicos locos, experimentos y radiaciones varias, lograron mirar de tú a tú a insectos, bichejos e incluso glóbulos rojos.
10-Muñecos infernales (1936)
No es la primera película que lidia con personas minúsculas (la primera aparición serían la creaciones del Dr Pletorius en La novia de Frankenstein) pero sí en la que la trama gira en torno a ello. La penúltima obre del inclasificable Tod Browning relata la venganza de un convicto fugado al que le da por disfrazarse de vieja y reducir a tamaño Madelman a la gente. Luego los vende como muñecos y controla sus mentes para que efectúen los asesinatos de sus enemigos. Muy loca.
9- Doctor Cíclope (1940)
Si hay algo que tienen en común muchas de estas películas de gente que merma es el científico que concibe la operación. Por supuesto es doctor y suele estar zumbado. El Sr Cíclope tiene dos ojos pero muy mala leche. Reduce a sus compañeros de trabajo para probar su nuevo miniaturizador. Los pobres se pasan el resto de la divertida película escapando de mil peligros. Los efectos fueron nominados a los Óscar de ese año y es que nunca una gallina había dado tanto miedo.
8-El increíble hombre menguante (1957)
¿Qué se puede añadir sobre este clásico de la ciencia ficción? No mucho, quizá siempre está bien apuntar que no sólo es la mejor en este género sino que se suele ignorar su cualidad casi filosófica. Posee las escenas de lucha con los elementos más logradas de su época y al mismo tiempo plantea múltiples cuestiones sobre la existencia, siendo su clímax un impactante monólogo del protagonista. Guionizando sobre su propia novela, Richard Matheson logró uno de los mayores hitos del fantástico.
7- Ataque diabólico (1958)
Si Jack Arnold fue uno de los directores de ciencia ficción y terror de los años 50 con más tino, su colega Bert I. Gordon se especializaría en crear copias de sus películas con menor presupuesto y más caradura. Esto no implica que pelis como ésta, a la sombra del hombre menguante, sean menos divertidas. Aquí es otro Mad doctor el que encoge a sus amigos, con intención de que nunca le abandonen, dejándolos a la suerte de perros, gatos y demás gargantúas.
6-La mosca (1958)
Vincent Price observa una tela de araña desde la que sale un ruidito agudo y agónico. La cámara nos permite ver con terror el primer plano de una mosca con medio cuerpo y cabeza de hombre. Aterrado, grita pidiendo socorro desesperadamente, a punto de ser devorado por el bicho. Sí, es el turbador final de La mosca, película que en realidad centra su atención a la otra mitad del experimento, el cuerpo del hombre con cabeza y brazo de mosca. Pero el recuerdo indeleble es ese final, con el destino cruel de la parte humana.
5-El planeta fantasma (1961)
Cuando un asteroide se cruza en su camino, la nave de un astronauta acaba en la superficie de el planeta fantasma, que tiene una atmósfera tan rara que hace que te conviertas en tu mini yo. Esto sería como un Gulliver del espacio que se encuentra una lilliput con monstruos de traje de goma. Como buen astronauta americano, lucha con los aliens, golfea un poco con las sumisas damas del planeta de las mini faldas, se vuelve a hacer grande y se pira a la tierra.
4-Viaje Alucinante (1966)
Reducimos la escala un poco más, de tamaño de una Barbie al de un glóbulo rojo. En esta epopeya de ciencia ficción de los sesenta, unos científicos tratan de salvar la vida de un colega eliminando el coágulo de una arteria. Son reducidos e inyectados en vena y claro, navegar por vasos, sistema linfático y nadar suspendido en los pulmones es muy bonito hasta que te atacan los linfocitos, los anticuerpos y demás sistema inmunitario. Todo un clásico con unos efectos tremendamente elaborados para su época.
3-La increíble mujer menguante (1981)
La primera película del irregular director Joel Schumacher es una revisión en clave de humor de la novela de Richard Matheson. Tiene lo peor de algunas de las comedias de los años ochenta, pero acaba funcionando extrañamente gracias a su afectuosa mirada al cine de serie B de los 50. Su chillona paleta de colores y su sátira feminista del consumismo (mucho más apreciable y válida a día de hoy) la hacen una rareza nada desdeñable y obligada para los fans de Lily Tomlin.
2-El chip prodigioso (1987)
Una revisión del viaje alucinante de Fleischer con una vuelta de tuerca de humor, romance y thriller. Una película familiar, en el diabólico sentido del término que le confiere un Joe Dante en su mejor momento. Pese a su reparto estelar, con Dennis Quaid y Meg Ryan pre-metamorfosis. Fue bastante ignorada en su momento y permanece como un estupendo divertimento a redescubrir. Gran fotografía y banda sonora de Jerry Goldsmith. Ojo a los efectos visuales, ganaron el Óscar ese año.
1- Cariño nos hemos encogido a nosotros mismos (1997)
Obviamente, la buena era Cariño, he encogido a los niños, que apareció en el VHS dedicado al fantástico Disney, pero aprovecho para rescatar su no muy conocida tercera parte. No es una obra maestra perdida pero sí una comedia tontica hecha directamente para el mercado de video que, sin sorprender, sigue teniendo buenos efectos especiales y situaciones. Merece un vistazo por escenas como el encuentro con las cucarachas de la casa, ver a Mila Kunis empezando o a Rick Moranis en su última aparición en pantalla.