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‘La Bruja’: las 12 películas que inspiraron al Robert Eggers

Este fin de semana se estrena la última sensación del cine de terror independiente, la terrorífica ‘La bruja’ un cuento de hadas oscuro de la nueva Inglaterra del siglo XVII que viene precedida de su éxito en festivales y el galardón de mejor director en Sundance. Hoy, en VHS, nos sumergimos en un puñado de películas que han influenciado o inspirado de alguna manera en la primera obra de Robert Eggers.

12- ‘Häxan: La brujería a través de los tiempos’ (1922)

La primera mitad de este documental dramatizado danés supone una condensación de la galería de mejores momentos del expresionismo alemán del que también bebe directamente ‘La bruja’, además de un catálogo en movimiento de la imaginería clásica asociada a los aquelarres y procesos de la época del ‘Malleus Malificarum’. Las pinturas de Goya y de Hans Baldung Grien sirvieron aquí, y sirven ahora a esta, que readopta la figura de mujer anciana como representación del mal, también las relaciones con macho cabrío y otra imaginería que sirve como guiño cómplice a laobra muda, como la silueta de la mujer sonámbula que recrea el póster.

 

11- ‘Dies Irae’ (1943)

Salta a la vista que a Robert Eggers le gusta Dreyer. No sólo el uso de primeros planos y un montaje que avanza hacia la inquietud o la desesperación paulatina de los personajes, que bien podrían formar parte de ‘La pasión de Juana de Arco’ (1928); tampoco debe desestimar la calma poética del silencio rural que la emparenta principalmente con ‘Ordet’ (1955), sin embargo aunque no se parece tanto a nivel formal a esta gran obra intimista sobre los procesos de brujas, Dreyer analizaba cómo los conflictos no resueltos actuaban de gatillo junto a los fanatismos, cómo la empatía se deja seducir por el miedo al amor y la sexualidad, generando una semilla de rencor que se transforma en la pupa de la ira. Y esto es, en esencia, el motor de la película de Eggers.

 

10- ‘La leyenda de Sleepy Hollow’ (1949)

Lamentablemente, no hay muchas adaptaciones de la obra de Washington Irving que recojan  de la misma manera el sabor del terror sin nombre que oculta la noche, la oscuridad de los bosques insondables en los que los primeros colonos americanos tenían que sobrevivir. La versión de Burton es un gran espectáculo de iconografía gótica, preciosa, pero no acertaba a crear esa sensación de miedo a lo desconocido de las historias que se cuentan en una hoguera en una noche de lluvia. Este mediometraje de Dysney, pese a ser Dysney, conseguía conectar el subconsciente con ese terror ancestral, puramente americano, de esas primeras historias, y eso es exactamente lo que consigue ‘La bruja’.

 

9- ‘Las brujas de Salem’ (1957)

En principio esta  versión de ‘El Crisol’ (1953)  influye en ‘La bruja’ por exclusión, es decir, ambas películas funcionan como opuestos necesarios. Si bien la adaptación de la obra de Arthur Miller sirve como muestra del tejido contextual de la América de los puritanos, la creencia y el castigo a las brujas, pero mientras la visión de Roleau es poco más que una denuncia al poder de la ignorancia, desmitificando leyendas para elaborar un manifiesto político, la obra de Eggers abraza de pleno el elemento fantástico como resorte de terror y estrategia radicalmente distinta para contar entre otras cosas, algo bastante similar cincuenta años después.

 

8- ‘El demonio’ (1963)

Ya le dediqué un VHS en su momento, pero es menester recuperarla al hablar de ‘La bruja’, especialmente cuando se ha comentado ‘El exorcista’ (1974) como una de sus influencias. Desde luego, la posesión juega un factor importante, especialmente en un momento de la trama, y en su tibia mirada a la religión se podría citar antes ‘Los demonios’ (1971) de Ken Russell como fuente, pero más que aquella o la de Friedkin,  es mucho más preciso hablar de este precedente italiano en el que, además de mostrar por primera vez los ritos y síntomas demoníacos que todos conocemos, ya mezclaba el drama costumbrista, el  fantástico rural, el poder de la superstición y la demonización de la mujer como expiación de problemas colectivos de otro nivel.

 

7- ‘Incubus’ (1965)

En cierta forma, esta película es un relato moral opuesto a lo que ‘La bruja’ trata de contar en sus últimos planos. Una absoluta rareza del cine fantástico y de terror, su ambientación en una época indeterminada cuenta una historia en una América de cuento, casi de relato bíblico, que además está hablada en su totalidad en esperanto, lo que le da un aroma aún más a tierra fantástica, En ‘La bruja’, el inglés antiguo genera una sensación similar, además, el uso del macho cabrío negro como representación del mal, como incitador de la tentación y el pecado, que toma su ejemplo en pinturas y relatos, tuvo en ‘Incubus’ uno de sus apariciones más significativas, especialmente en su clímax final, que recuerda en sus ataques a Black Philips, la que aparece en la película que examinamos.

 

6- La garra de satán (1971)

Toda  la facturación de Hammer films sigue teniendo un calado fundamental en cualquier obra de terror de raíces literarias, o más allá, cualquier horror ejecutado con cierta elegancia. ‘La bruja’ no es ajena a los horrores rurales de John Gilling, pero es cierto que la tradición británica de otra casa del terror, la Tigon, era la que se revolcaba en brujería, procesos y puritanos cazadores de brujas que calzan a la perfección con el paisaje de pioneros de la nueva Inglaterra que propone ‘La bruja’. Si bien podría citarse ‘Cuando las brujas arden’ (1973), por ser la obra que mas prestigio atesora, es más certero asociarla con esta, más fantástica y extraña,  en la que la niñez y la adolescencia se besan mediante pactos con el diablo y, como la obra de Eggers, resulta la película de iniciación más salvaje y satánica que un servidor haya tenido oportunidad de ver.

  

5- ‘Gritos y susurros’ (1972)

Otra de las influencias más reconocidas y claras del director es Ingmar Bergman. En un primer visionado, la obra suya a la que más recuerda ‘La Bruja’ sería ‘El séptimo sello’ (1957), por sus silencios y la manera en la que acepta y se camufla en la oscuridad propia época que recrea, sin ofrecer una valoración en la distancia. Pero el tema común con este drama es más definitivo al tratar directamente con la locura e histeria femenina y la representación de su sexualidad  percibida como elemento destructor. Además, la mirada íntima de Bergman destapa una serie de emociones largamente enterradas durante mucho tiempo, que acaban explotando y subiendo a superficie. También coinciden en mostrar los sueños como elementos simbólicos que mueven la trama hacia delante.

 

4- ‘El espejo’ (1975)

A alguno podrá darle un ictus viendo tanto apellido raro como referencias de una sencilla película de terror. Pero es que no son otros sino Dreyer, Bergman o el autor de este drama de pesadilla los que cultivaron un gótico pausado, casi surrealista, que convertía sus imágenes en pinturas en movimiento, carne del arte y ensayo, que tanta falta hace en un género de terror que ha perdido su potencial de trascendencia. Por eso ‘La bruja’ está llamando la atención. Su ejercicio de recuperación de obras como ésta, un Tarkovsky espiritual y fantasmagórico que habla de su biografía a través de extraños flashbacks de ambiente inquietante.

 

 3- ‘El resplandor’ (1980)

Hay mucho de Kubrick en la manera en que ‘La bruja’ recoge la composición de sus imágenes. Desde la ausencia de formato widescreen a la cualidad pictórica de sus planos hasta la iluminación natural que recuerda a ‘Barry Lyndon’(1975). Pero dentro del fondo, la epopeya del hotel Overlook nos narraba una deriva familiar asfixiante lastrada por un elemento sobrenatural externo, muy similar a la espiral de locura que se contemplamos durante el devenir del debut de Eggers, en el que la figura del padre es alguien en quien no se debe confiar y el monstruo del título permanece en la sombra, como una presencia constante que no se puede ver. Hay varios guiños explícitos, pero su impacto se deja ver en la meticulosidad y obsesión por el detalle que comparten.

 

2- ‘En compañía de lobos’ (1986)

‘La bruja’ es un cuento de hadas oscuro de la época en la que está ambientada. Un tiempo en el que los relatos de los hermanos Grimm se tomaban casi como reales y la confusión entre realidad y ficción no era descabellada. Si bien estamos ante una variación religiosa y perversa del cuento de Hansel y Gretel, comparte con esta obra maestra de Neil Jordan la visión terrorífica de los cuentos, con un tamiz femenino deudor también de la obra de Angela Carter en la que se basa. Como también otras muestras similares como ‘Lemora, un cuento sobrenatural’ (1973) o ‘Valerie y su semana de las maravillas’ (1970), esencialmente, ambas cuentan algo parecido, el paso a la edad adulta y despertar sexual de una adolescente a través de la fantasía, la diferencia está en que en esta el cambio le convierte a ella en el monstruo para otros.

 

1- ‘El proyecto de la bruja de Blair’ (1999)

‘La bruja’ podría ser perfectamente una precuela de época de la popular impulsadora del género found footage. No sólo comparten bajo presupuesto y una bruja de tiempos inmemoriales haciendo desaparecer a gente, claro. En sus laberintos de ramas de la costa este, ambas comparten una comprensión del escalofriante horror primordial que la América salvaje ha escondido siempre bajo sus grandes bosques ajenos a la civilización. Ambas van acorralando a sus personajes, que quedan finalmente a merced de la ansiedad, comportándose de forma errática, volviéndose los unos contra los otros con pocas opciones de supervivencia, mientras nosotros observamos desde fuera su espiral de desesperación, como dejan de poder distinguir lo racional de lo desconocido y lo horrible.