¿Qué mejor manera de celebrar San Valentín que un tiroteo sangriento junto a tu pichurri? Cualquier terapeuta matrimonial recomendaría robar bancos con la recortada antes que quedarse en casa para hacer maratón de True Detective o Girls. La sangre es buena en una relación. Por eso estas parejas funcionan, aunque para mantener la llama de la pasión usen mucha pólvora.
10- Brandon y Philip
Peli-La soga (1948)
Una de las obras maestras de Hichtcock, que se inspiraba en el caso real de Leopold y Loeb. Esta pareja homosexual, de jóvenes y brillantes estudiantes de familia rica, intentó realizar el crimen perfecto asesinando a un niño de 14 años en Chicago. La Soga no adapta hechos reales sino que construye un tenso thriller psicológico con los elementos mínimos y en tiempo real (todo ocurre en un mismo, y trucado, plano secuencia). Nunca se pronuncia que son Homosexuales pero la censura de la época no se dio cuenta del bastante destacado, más que evidente, subtexto.
9-Bart y Laurie
Peli: El demonio de las armas (1950)
Annie Laurie es una tía peligrosa. Tiene voz de muñeca pero el corazón de hielo. Le gusta disparar y no tiene problemas en deshacerse de nadie poniéndole una bala en la cabeza. Laurie domina a Bart que es débil e influenciable, pero ya de pequeño le gustaban las armas y matar animalitos. Pulsión sexual y desequilibrios psicológicos arrastran a los personajes a una clásica tragedia de cine negro. Juntos comienzan una espiral de robos y crímenes en una de las primeras Road-Movies, inspirada en la verdadera historia de Bonnie y Clyde. Definirá la nouvelle-vague posterior.
8- Bonnie y Clyde
Peli: Bonnie & Clyde (1968)
Adaptación al cine de historia ‘real’ de los dos forajidos más populares de los años 30, durante de la gran depresión de Norteamérica. La tergiversación de los hechos deja una estampa algo idílica de las correrías de la pareja real. La imagen de nuevos ‘Robin Hood’ del sur de los Estados Unidos es ensalzada con la omisión de crímenes a civiles que ocurrieron en la realidad. Víctimas o verdugos, Bonnie y Clyde son un estereotipo de pasión y violencia, aunque la plasmación de la impotencia sexual de Clyde ofrezca a la épica un necesario chapuzón de realismo.
7- Ray y Martha
Peli: Los asesinos de la luna de miel (1969)
Nada como las agencias matrimoniales para conocer a tu pareja ideal. Aficiones comunes: Asesinato de solteronas para robarle hasta los botones. Así se conoció esta pareja de asesinos reales de los años 50, ejecutados en la silla eléctrica por los asesinatos de 20 mujeres y un bebé. Esta adaptación seca y en ominoso blanco y negro no dulcifica en absoluto su macabra fuente histórica. El amor trágico de Martha por Raymond desencadena su justificación de los crímenes. ‘Los asesinos de los corazones solitarios’ tendrían otra adaptación menor con Jared Leto y Salma Hayek.
6- Kit and Holly
Peli: Malas tierras (1973)
En esta pareja sólo uno de los dos es ‘culpable’ de los asesinatos, Kit, interpretado por Martin Sheen. Pero la adolescente Holly tampoco parece inmutarse cuando su nuevo novio mata a su padre a sangre fría. Inspirada en los asesinatos de la pareja Charlie Starkweather and Caril Ann Fugate en los 50, la opera prima de Terrence Malick toma una ruta poco sensacionalista. La psicopatía de Tim es el motor de la historia, pero el tono es reflexivo y tranquilo. Amor, vida y muerte se armonizan con la preciosa banda sonora y fotografía de paisajes de Dakota del Sur.
5- Verónica y Jason
Peli: Escuela de jóvenes asesinos (1988)
Wynona Rider y Cristian Slater antes de su éxito y caída. Una pareja de asesinos adolescentes adorable. Lo gracioso es que Slater le cogería el gusto a esto del amor y muerte en pareja y repetiría en la noventera y más conocida Amor a quemarropa. Aquí, hace de Jason, el malote solitario de secundaria del que se enamora Verónica, una loser con ganas de venganza. La trama viene a ser como si los menos populares de El club de los cinco decidieran cargarse a la pandilla de los guays del instituto. La anticomedia adolescente de los 80.
4- Juliet y Pauline
Pelis- Criaturas Celestiales (1994)
Cuando Peter Jackson perdió el Oscar a mejor guion contra Pulp Fiction todavía no pensaba que fuera a realizar la trilogía que todos sabemos. El libreto era una recreación de la amistad de dos adolescentes de Nueva Zelanda que acabó con el asesinato de la madre de una de las chicas cuando quisieron separarlas, al sospechar que entre ellas había una relación homosexual. La película es un retrato íntimo del florecimiento del amor, adornado por las imaginativas fantasías de las adolescentes. Jackson propondría otra pareja de temibles asesinos en serie en su desconocida Agárrame esos fantasmas.
3- Mickey y Mallory Knox
Peli: Asesinos Natos (1994)
La mezcla perfecta entre Starkweather-Fugate y Bonnie-Clyde, con la rabia punk de unos Sid y Nancy pasados de rosca. Todo de la mano de un polémico Olive Stone puesto de Peyote y el guion más violento de Quentin Tarantino (Nick y Mallory son la versión chalada de los chicos de Amor y quemarropa, también hijos suyos). Lo que se supone que es una sátira de la glorificación de la violencia y los asesinos en serie en la cultura norteamericana se convierte en un esquizofrénico festival de violencia glorificada. Juliette Lewis repetiría pareja asesina en Kalifornia.
2- Perdita y Romeo
Peli: Perdita Durango (1997)
¿Un Spin-Off de la Perdita interpretada por Isabella Rosellini en Corazón Salvaje dirigido por Alex de la Iglesia? Sí, y además con guion de David Trueba. Una locura que nadie fue a ver ni entendió en su momento. La pareja protagonista es chunga, satánica y transmite tanto miedo como una pareja de serpientes de cascabel rodeadas de fuego. Además Alex nos hace cómplices de sus asesinatos y correrías. Una road movie sádica (la pareja debe transportar un cargamento de fetos para cosméticos) de ambiente fronterizo cuya sola existencia es impensable. Puro grindhouse.
10- Tiffany y Chucky
Peli: La novia de Chucky (1998)
Y sin salir de los 90 (la DÉCADA de las parejitas asesinas) nos quedamos en la cuarta entrega de Muñeco diabólico, que más bien parece un absoluto reinicio de tono de la saga por la vía de la reinvención, el homenaje al género y la comedia negra. El experimento (esta vez) funcionó bastante bien y ver una road movie de muñecos asesinos no ocurre todos los días. Humor retorcido, gore generoso y mucha mala leche. Imprescindible verla en versión original con las voces de Jennifer Tilly y Brad Douriff.