¿Qué hay dentro de la caja? Una mirada a Seven y el thriller de psicópatas

El año que viene cumple 20 años y la obra maestra de David Fincher sigue en otra división. Repasamos porque Seven aún es importante y analizamos otros Psycho-thrillers  que cambiaron las reglas desde la perspectiva de este nuevo clásico.

No se puede negar que Seven (1995) es un proyecto ambicioso, una obra personal, quizá una catarsis de alguien con demasiadas ganas de demostrar algo. También es un típico producto de Hollywood, de presupuesto holgado y ciertos manierismos esperables. Sin embargo, es un raro ejemplo vivo de cine comercial de pedigrí, esto es, donde la visión de su director es el timón que acaba manejando la producción. Seguramente, el joven y hambriento David Fincher, escaldado por su experiencia de su debut, se propuso limpiar su nombre. Lo tenía difícil. La Fox se había cargado su montaje de Alien 3 (1992) de tal forma que el propio director acabó desentendiéndose del engendro que se estrenó en cines. Nadie esperaba el resultado de su segundo trabajo, no sospechaban de lo que era capaz: Crear el psycho-thriller más imitado de los últimos 20 años.

Vale, Fincher va un poco de modernillo, pero maldita sea, el hombre puede permitírselo. Lo cierto es que si en 1995 Seven resultaba innovadora y avant garde, casi ¡dos décadas! después sigue resultando una pieza sólida, inspiradora y perfectamente estrenable en cines a día de hoy. Las razones de su longevidad se deben al intrincado trabajo que hay detrás de sus imágenes. Es la típica película que cuida tanto los detalles que hasta la libreta del asesino fue escrita de la primera palabra a la última como si fuera el trabajo del mismo psicópata. La dirección, espléndida, logra narrar una historia sin salirse de su tono oscuro, complementada a la perfección por los tonos ocres y metálicos de su pionera fotografía. La cargante atmósfera, la ubicua dirección de actores y sus guiños al Noir, del más clásico a Elroy, le han dado una personalidad incontestable.

Lo cierto es que, si bien sus maneras impactaron en plena era post grunge, en realidad Seven fue un producto muy de su época, un primer lustro de los 90 obsesionado por la figura del asesino en serie.  Se podría establecer un patrón que va desde El cabo del miedo, pasando por Exorcist III , Jennifer 8, Asesinos natos, Kalifornia con el propio Brad Pitt hasta Ciudadano X, estrenada en televisión el mismo año que Seven y con la que converge en su planteamiento, narrando en este caso la investigación de los asesinatos del depredador Ruso Andrei Chikatilo. Pero, en retrospectiva, ¿Qué obras  cambiaron las reglas en el subgénero de la misma manera que lo hizo Seven? ¿Quién sentó los precedentes? Repasamos una pequeña representación.

 

La noche del cazador

El lobo feroz del cuento representado por un predicador psicópata con tatuajes cool. Trazas de cine negro decantando sobre la américa profunda, el fanatismo religioso y la figura infantil del hombre del saco. El impacto visual eleva esta obra en la que por primera vez seguíamos al asesino como un protagonista más. Mitchum, terrible como loco brillante y siniestro, es uno de esos villanos selectos, más fascinantes que el resto de personajes.

Psicosis

Todos los cimientos del cine de terror y suspense relacionados con conflictos de personalidad se pueden encontrar en este punto de bisagra para el género. Asesino edípico basado en el necrófilo Ed Gein  o el American Gothic en estado puro. Hitchcock juega con el espectador, crea twists de guión inconcebibles en 1960 y sienta las bases de la psicología forense en el cine. Hasta la lluvia en el exterior del coche de la protagonista influye en la ciudad sin nombre de Seven.

Rojo Oscuro

Todavía falto de reconocimiento, el giallo fue tallando las formas tanto del Slasher cómo del policiaco moderno. En los setenta, en  Italia, el asesinato se hizo un lienzo, y la escena del crimen un arte en sí mismo. Las grotescas  representaciones de los pecados capitales en Seven no tendrían sentido sin la estilización de la muerte en el cine de Darío Argento. Rojo Oscuro es su mejor exponente.

Desaparecida

Aunque tuvo remake americano, esta coproducción europea dirigida por el recientemente fallecido George Sluizer es la mejor versión. Angustiosa y axfisiante, la odisea de Rex en busca de su novia desaparecida le lleva a conocer al diablo, un auténtico psicópata intocable e ilustrado, que al igual que John Doe, disfruta con las trampas y los juegos, con la convicción de que tiene todo bajo control. Una pesadilla llena de símbolos religiosos que seguro que Fincher no desconocía.

El silencio de los corderos

Hannibal Lecter, el tono, las autopsias, los insectos, los perfiles psicológicos, la trascendencia, el protocolo… en realidad todos los logros del tour de force  de Fincher ya estaban aquí. No necesita mucha presentación y su influencia posterior se amalgama con la de Seven en sus múltiples remedos. Fundamental.

 

El siguiente escalón lo ocuparía Seven, que no solo crearía escuela, sino que hizo explotar cientos de imitadoras. Algunos de sus secundarios aparecerían como policía o asesino en imitaciones como  Resurrección o El coleccionista de huesos. Morgan Freeman repite investigando en El coleccionista de amantes. La obsesión con el asesino en serie sigue en La celda, Asesinato en 8 mm o Summer of Sam. Nuestro Balagueró citará a Fincher en Los Sin nombre e incluso en detalles como la lluvia de la Barcelona de Darkness. Nadie se libra de su influencia, ni siquiera la ganadora del óscar El secreto de sus ojos o la reciente La isla mínima. Pero ¿qué representantes del nuevo siglo siguen perpetuando el legado de Seven?

Saw

Más que tener influencias, Saw es una versión Low cost y charcutera de Seven. Le copia hasta el lavado de colores y el asesino con juegos enrevesados. Su marca principal es el diseño de los asesinatos-castigo, que son una expansión de los impactantes “pereza” o “lujuria”. Creó una taquillera saga de siete entregas.

Encontré al diablo

El cine oriental también abrazó las maneras Neo Noir del trabajo de Fincher. Con muestras Tempranas como Cure y mostrando cierta evolución con Memories of a Murder. Sería el coreano Kim Ji-Woon quien llevaría su influencia a un nuevo nivel con esta sangrienta historia de asesinato y venganza.

True detective

El trasfondo intelectual de los asesinatos, la simbología, la puesta en escena, el desarrollo de personajes… esta serie es la hermana secreta sureña de Seven. Aunque toma sus propios derroteros, la fría fotografía también convierte su emplazamiento en un lugar triste y oscuro. Todo para llegar a un mismo discurso sobre la decadencia moral y el declive de la sociedad  tal y como la conocemos.

 

Artículo publicado originalmente en Gonzoo