[Review] Castlevania de Netflix transforma el videojuego en un cómic denso, oscuro y violento

La adaptación del famoso videojuego Konami es un sorprendente cóctel bomba de gore descarnado e intrigas políticas de una edad oscura, filmadas al estilo puramente anime. Aunque suponga una experiencia incompleta y su narración irregular puede ser una de las pocas adaptaciones de videojuegos que hagan honor a su fuente, alejándose de ella.

Desconozco la mitología del videojuego Desconozco la mitología del videojuego Castlevania. Mi único recuerdo del mismo es su estética entre el cine de terror gótico y el cine de aventuras, que derivaba en un excitante juego con la atmósfera adecuada para crear un “matamonstruos” excitante y entretenido. Nuevas continuaciones y versiones, cómics o universos expandidos aparte, la idea y concepto es claro. Es tan sencilla y poderosa como la búsqueda del mismísimo Drácula para matarlo.

Tal punto de partida limitaría, de alguna manera, las posibilidades de una adaptación cinematográfica. La idea siempre ha estado rebotando aquí y allá pero nunca se llegó a concretar una versión para cine, pese a que se barajaron nombres como Paul W. S. Anderson (argh) o un más adecuado James Wan. Finalmente, la adaptación se ha escurrido hasta el formato serie de animación, con aspecto de anime adulto de gran producción.

El trabajo recae en el novato Sam Deats, pero el nombre que representa el centro de la atención es el de Warren Ellis, un nombre importantísimo en el mundo del tebeo por sus cómics adultos y series tan populares como El trabajo recae en el novato Sam Deats, pero el nombre que representa el centro de la atención es el de Warren Ellis, un nombre importantísimo en el mundo del tebeo por sus cómics adultos y series tan populares como Planetary o o Transmetropolitan. No obstante, si en algo se parece esta . No obstante, si en algo se parece esta Castlevania a su trabajo es que es muy similar al tono de una novela gráfica para adultos: áspera y sorprendentemente compleja. Por otra parte, sabemos que estamos en terreno Ellis cuando se despliegan sus secuencias de horror y muerte. La violencia no sólo es gráfica, sino que parece especialmente diseñada para crear una textura grotesca acorde a la era oscura a la que se trata de dar vida. En este aspecto, la serie tendría más que ver con cómics mucho más ignotos del guionista, como a su trabajo es que es muy similar al tono de una novela gráfica para adultos: áspera y sorprendentemente compleja. Por otra parte, sabemos que estamos en terreno Ellis cuando se despliegan sus secuencias de horror y muerte. La violencia no sólo es gráfica, sino que parece especialmente diseñada para crear una textura grotesca acorde a la era oscura a la que se trata de dar vida. En este aspecto, la serie tendría más que ver con cómics mucho más ignotos del guionista, como Black Gas, , Scars , , Graves y otras publicaciones bajo la editorial Avatar Press.

Uno de los aspectos que más llaman la atención de la producción es que se aleja de su modelo proponiendo un background muy rico para una pieza que se supone consiste en un héroe enfrentándose a monstruos en un distintos escenarios. Se utilizan los personajes de Uno de los aspectos que más llaman la atención de la producción es que se aleja de su modelo proponiendo un background muy rico para una pieza que se supone consiste en un héroe enfrentándose a monstruos en un distintos escenarios. Se utilizan los personajes de Castlevania III: Dracula’s Curse de la consola NES introduciendo a otros como Alucard, el protagonista de de la consola NES introduciendo a otros como Alucard, el protagonista de Castlevania: Symphony of the Night. Pero enlaces con la ficción primigenia aparte, la mayor parte de los minutos de sus cuatro capítulos van dedicados a establecer un universo en el que desarrollar una aventura más convencional. Como tal, la operación no parece del todo exitosa por su narración algo distraída y la introducción de un puñado de jugadores quizá demasiado apretados en tan poco metraje.

Compensa la operación con un interesante desarrollo de las fuerzas del mal, en su frente sobrenatural (Drácula) y humano (la iglesia, la inquisición), de Valaquia, especialmente tratado como un pueblo maldito bajo el yugo de monstruos terribles. Se puede decir que la mitad de su tiempo se dedica a desmenuzar las historias gemelas de Trevor y Drácula, como dos caras de la misma moneda, para mostrar lo que puede dar de sí el conflicto en la recién anunciada segunda temporada. El gran problema es que cuando se eleva el conflicto a nivel coral flaquean las conexiones entre el héroe y los que lo apoyan o los que están en su contra, así como las maniobras e interacciones con los miembros del clero.

Hay cierta confusión entre los riesgos creativos y sobrecomplicar algo hasta afectar a la narración. A veces presenta una idea o situación potencialmente interesante, pero se descubre fácilmente que solo existe para justificar la lógica interna que sostiene una escena y los objetivos de los personajes, que a veces viven demasiado en los labios de otros personajes creando un contraste demasiado irregular con las escenas de acción. Hay un elemento atractivo en la perspectiva casi política que toma la gestión del problema del mal en el pueblo y otras concepciones del argumento a un nivel más colectivo y abierto, pero en sus cuatro episodios falta un arco de temporada más dirigido a un clímax real, con cierta parte de tensión. En general se percibe incompleta, como una introducción decente e interesante pero insuficiente como núcleo autónomo. Con todo, sus filia por la perspectiva expansiva a nivel argumental y su poca tacañería con la sangre la convierten en un espectáculo muy recomendable para amantes del anime de terror tipo Hay cierta confusión entre los riesgos creativos y sobrecomplicar algo hasta afectar a la narración. A veces presenta una idea o situación potencialmente interesante, pero se descubre fácilmente que solo existe para justificar la lógica interna que sostiene una escena y los objetivos de los personajes, que a veces viven demasiado en los labios de otros personajes creando un contraste demasiado irregular con las escenas de acción. Hay un elemento atractivo en la perspectiva casi política que toma la gestión del problema del mal en el pueblo y otras concepciones del argumento a un nivel más colectivo y abierto, pero en sus cuatro episodios falta un arco de temporada más dirigido a un clímax real, con cierta parte de tensión. En general se percibe incompleta, como una introducción decente e interesante pero insuficiente como núcleo autónomo. Con todo, sus filia por la perspectiva expansiva a nivel argumental y su poca tacañería con la sangre la convierten en un espectáculo muy recomendable para amantes del anime de terror tipo Hellsing y y Vampire Hunter D.