Christopher Landon dirige un remake sin pudor de Atrapado en el tiempo en clave de comedia teen petarda, con un cierto amago hacia el slasher de los noventa, pero tan aséptico que parece una parodia del género hecha para preadolescentes.
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Happy Death Day (2)

Nota: 60

La productora más prolífica de los últimos años empieza a encajonarse en una dinámica creativa condicionada por el modo de rentabilizar sus exiguos presupuestos. Blumhouse es un sinónimo de cine de terror competente y suele mantener el tipo por muy comprimido que esté el concepto sobre el que basa sus películas. Normalmente, cuando se alía con Universal suele presentar un esfuerzo elegante y en 2017 ha dado la oportunidad a dos voces que importan, una nueva, la de Jordan Peele, que ha creado un pequeño clásico con su La productora más prolífica de los últimos años empieza a encajonarse en una dinámica creativa condicionada por el modo de rentabilizar sus exiguos presupuestos. Blumhouse es un sinónimo de cine de terror competente y suele mantener el tipo por muy comprimido que esté el concepto sobre el que basa sus películas. Normalmente, cuando se alía con Universal suele presentar un esfuerzo elegante y en 2017 ha dado la oportunidad a dos voces que importan, una nueva, la de Jordan Peele, que ha creado un pequeño clásico con su Déjame Salir (Get Out, 2017), y otra ya veterana peor que merecía la oportunidad con (Get Out, 2017), y otra ya veterana peor que merecía la oportunidad con Múltiple (Split, 2017), una correcta vuelta a la forma del director.

Sin embargo, entre bambalinas se mueve un grueso de producciones muy justas, de las que no dejan salir medio céntimo del tarro, y cuyos resultados comienzan a ser rutinarios productos para vídeo como Sin embargo, entre bambalinas se mueve un grueso de producciones muy justas, de las que no dejan salir medio céntimo del tarro, y cuyos resultados comienzan a ser rutinarios productos para vídeo como Viral (2016), (2016), Incarnate (2016) o (2016) o Stephanie (2016). En esta división de calidades se intuye una línea de “etiqueta negra” y otra que se sirve a granel. Lo curioso de Happy Death Day es su condición intermedia entre esas dos líneas de producción. Tiene algo más de entidad que las citadas pero no es más que un exploit en forma de comedia intrascendente.

La idea de mezclar La idea de mezclar Atrapado en el tiempo (Groundhog Day, 1993) con el género slasher es una idea estupenda pero funciona más sobre el papel. Más que tomar la idea conceptual de la película de Ramis, lo que hace es explotar su estructura de principio a fin, recreando los gags más célebres de aquella cambiando el planteamiento tipo (Groundhog Day, 1993) con el género slasher es una idea estupenda pero funciona más sobre el papel. Más que tomar la idea conceptual de la película de Ramis, lo que hace es explotar su estructura de principio a fin, recreando los gags más célebres de aquella cambiando el planteamiento tipo scrooged de aquella para cambiar su relato moral al terreno “chicas malas” y ese tipo de comedia adolescente. Por otra parte, el término slasher en la descripción hay que cogerlo con pinzas. Hemos visto muchos slashers y pocos, muy pocos, tienen tan poca sangre como este. Que sí, que el gore no lo es todo en esta vida, pero hombre, en una película que alardea de ser un festín de género, esa esterilización de elementos de terror, incluso siendo una comedia, rebaja muchos enteros a una diversión desprejuicida con un ritmo sin tregua.

Y bien, quitando esos dos detalles, lo película funciona muy bien como entretenimiento de usar y tirar, con algún detalle gamberro y un par de montajes musicales realmente graciosos, de puro petardos, que funcionan bien gracias al descaro y simpatía de su protagonista Jessica Rothe. No vamos a decir que esperábamos algo totalmente espectacular a partir del concepto, pero sí se podía esperar algo más del director de Y bien, quitando esos dos detalles, lo película funciona muy bien como entretenimiento de usar y tirar, con algún detalle gamberro y un par de montajes musicales realmente graciosos, de puro petardos, que funcionan bien gracias al descaro y simpatía de su protagonista Jessica Rothe. No vamos a decir que esperábamos algo totalmente espectacular a partir del concepto, pero sí se podía esperar algo más del director de Zombie Camp (Scouts Guide to the Zombie Apocalypse, 2015), que también era más película adolescente estúpida que otra cosa, pero sus elementos de terror la colocaban como una buena muestra de zombedy que creaba expectativas con una puesta de largo de gran estudio.

Happy Death Day es la muestra más caradura de Blumhouse, un ejemplo de buen marketing y concepto justo llevado al extremo pero queda lejos de las verdaderas posibilidades de su premisa, que tampoco es enteramente original, puesto que otras películas de terror han probado el loop temporal con los asesinatos, siendo es la muestra más caradura de Blumhouse, un ejemplo de buen marketing y concepto justo llevado al extremo pero queda lejos de las verdaderas posibilidades de su premisa, que tampoco es enteramente original, puesto que otras películas de terror han probado el loop temporal con los asesinatos, siendo Salvage (2006), posiblemente a la cabeza en angustia entre todas ellas, por supuesto mucho más interesante que una muestra que parece que pretenda ser una caricatura de su propio género.

Curiosidades sobre la película

Dentro de poco tendremos algunas curiosidades

Trailer

Fotogramas